Fiestas de San Antón
¿Que somos un país que nos gusta la fiesta? Pues claro.
¿Que por una misma celebración existen diversas formas de festejarlo? Cierto también.
La diversidad enriquece culturalmente a las personas, a los pueblos donde viven, a las regiones que los acogen… Es un bien a preservar…
Por San Antonio Abad, festividad de índole religiosa, se han celebrado estos días diferentes manifestaciones culturales muy arraigadas en ciertas localidades españolas.
Citarlas a todas, sería una tarea muy ardua, así pues nos centraremos en algunos de los tipos de celebración en la Región de Granada y sus cuatro provincias.
El gran día de los animales
En Almería, en pleno Casco Histórico, se celebró la tradicional misa en honor de San Antón (nombre que se usa popularmente) que es el patrón de los animales, del que se dice que descubrió la sabiduría a base de observarlos y el amor divino, a través de la naturaleza.
Una vez finalizada, los asistentes y sus inquietos y ruidosos acompañantes, fueron en procesión hasta la ermita del Santo.
Allí se procedió a la bendición de todos las mascotas: perros, gatos, hámsteres, loros, etc. y a la tradicional subasta benéfica de “rabicos”, acompañados de cuantas viandas sirven los comerciantes, roscos de pan de aceite, dulces, empanadas, etc.
Algunos se preguntarán ¿qué son los rabicos?
A San Antón, a pesar de ser el patrón de todos los animales, se le representa siempre con un cerdo a los pies.
Pues los rabicos son, sencillamente, los rabos de cerdos que al ser la parte más humilde del animal y tiene un valor pequeño en el mercado.
Las lumbres de San Antón
En Jaén, la noche anterior a San Antón, es tradición encender lumbres con maderas y trastos viejos con la pretensión de “quemar lo malo en las llamas de San Antón” (1)
La tradición proviene del siglo XIII estando muy consolidada entre los jienenses; especialmente desde el siglo XIX ya que los agricultores y ganaderos tenían por costumbre quemar los restos de poda.
Es común que se visiten distintas lumbres de la ciudad y se deleite el paladar con las Rosetas de maíz, elaboradas para la ocasión.
Además, esta festividad está ligada, en los últimos años, al deporte ya que se celebra la 37 edición de la Carrera Urbana Internacional “Noche de San Antón”. Las calles de Jaén se llenan, para la ocasión, de antorchas que iluminan el recorrido deportivo.
Tanto las Lumbres como la Carrera están declaradas como de Interés Turístico de Andalucía.
No sólo las capitales de provincia celebran esta festividad.
En Mijas, Málaga, por San Antón es tradición que, además de la misa y bendición de los animales en la ermita del Santo, las chicas solteras de la zona acudan a la ermita de San Antón a lanzar piedras al santo para que les salga pretendiente.
La leyenda dice que hay que tirar tres ‘chinitas’ que han de ser recogidas previamente de los alrededores del lugar. Según la costumbre, la muchacha que acierte en los testículos del santo conseguirá encontrar novio ese año.
Para esta antigua tradición, que data del siglo XV, se utiliza una réplica de la imagen original para evitar desperfectos.
És típico que se degusten los populares callos de San Antón, así como los palmitos y las cañas de azúcar.
En Cuevas del Becerro, Málaga, es tradición festejarlo con el tradicional desayuno Molinero, que consiste molletes, que elaboran en el pueblo, con el primer aceite del año que se ha extraído de la cooperativa.
En la provincia de Granada, se celebra esta festividad con gastronomía popular. es un plato contundente, ideal para el frío.
Este festín gastronómico es propio de pueblos granadinos en los que se celebra San Antón y San Sebastián como Armilla, Las Gabias, Orce, Dúdar o Monachil.
A principios de siglo XX escribía José Mª Bueno Pardo “los granadinos, aunque jamás rezaban un padrenuestro al Santo, sí se comían la cabeza del marrano que San Antón tiene a sus pies”.
Llamaba Afán de Ribera a la olla de San Antón guiso nacional granadino.
Costumbre antigua que con el paso del tiempo ha ido variando en sus manifestaciones más populares entre las que se encontraba la instalación de mecedores, cantos picantes y guiso a la intemperie de la olla en el camino que iba hasta la antigua ermita del Santo.
Los albayzineros cocinaban la olla en la Golilla de Cartuja, igualmente montando mecedores y empinando bien el codo.
Se ha ido bebiendo mosto acompañando la olla que con el paso de los años ha ido variando de proveedor, desde el elaborado en la Casería de San Jerónimo hasta los años cincuenta del pasado siglo, hasta el de los Rebites, Dúdar, Quéntar y Huétor Santillán. Olla y vino con sus aceitunas aliñás, cebollas y pimientos en vinagre y un buen remojón.
Pero lo mollar está en los fundamentos de la olla: habas secas, habichuelas, arroz, y pringue compuesta de cabeza de cerdo, oreja, espinazo, rabo, costillas, tocino de papá, morcilla y carne de cabezá. Sal dependiendo si hay salazón. Costumbre gitana es ponerle hinojos.
Esta bomba culinaria, que incluso alcanza a Murcia, es costumbre netamente propia de la nuestra región que es riquísima en cuanto a gastronomía de mar y montaña se refiere.
¡Disfruten de una buena olla! (O dos)
José María Bueno Pardo, “Viejo y Nuevo”. Granada, 1909
Son también famosas las fiestas de los Chicos de San Antón en Torvizcón. En este pueblo de la Alpujarra granadina está arraigada la costumbre de soltar a un cerdo, el ‘Marranillo de San Antón’, por las calles del pueblo que los vecinos tienen la obligación de alimentar durante todo el año y que finalmente se rifa con fines benéficos.
Por San Antón,
el puchero debe llevar
pata, cabeza,
rabo y oreja
Decíamos al inicio que la diversidad enriquece culturalmente a las personas, a los pueblos donde viven, a las regiones que los acogen… Es un bien a preservar…
Basta ya de seguir ocultando nuestras tradiciones culturales y riqueza humana, que está siendo perdida y olvidada. Haremos que resurja poniéndola en valor para dar continuidad a lo que históricamente fue y significó la Región de Granada. No permitiremos que el legado que hemos recibido desaparezca o merme para cuando llegue a manos de nuestros sucesores. Hay mucho trabajo por hacer y un enorme potencial para seguir escribiendo nuestra historia.
Siempre contando contigo.
(1) En otros lares dicen “quemar las barbas de San Antón”