Este artículo tiene como objetivo poner en valor las distintas formas de celebrar el Día de la Cruz o la Fiesta de las Cruces, una de las fiestas populares con más arraigo en nuestra Región, así como nuestros bailes y trajes tradicionales para que se conozcan, se difundan y se preserven.
1.- Origen histórico del Día de la Cruz. La fiesta religiosa y la fiesta popular.
La Iglesia católica celebra el 3 de mayo la Invención de la Santa Cruz conocida popularmente como de El día de la Cruz o Fiesta de las Cruces y es una de las fiestas, dentro del rito romano, para festejar el culto a la Vera Cruz. El origen se remonta al 3 de mayo del año 326 día en que Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró la verdadera Cruz de Cristo en Jerusalén.
En España la celebración de la Invención de la Santa Cruz aparece en los calendarios y fuentes litúrgicas mozárabes y se conocen reliquias de la Santa Cruz desde la primera mitad del siglo VII en sendas iglesias de Guadix y Mérida.
De la celebración popular de la Fiesta de las Cruces, los primeros testimonios se remontan al siglo XVII, en una obra de Lope de Vega; aunque es más que probable que se celebrara desde mucho antes.
Esta fiesta en su vertiente popular está actualmente muy extendida por toda España e Hispanoamérica aunque con notables variaciones de unos lugares a otros, siendo especialmente celebrada en la Región de Granada. A pesar de las variaciones, existen unos parámetros comunes: el centro de la fiesta siempre es una Cruz que se adorna con elementos florales (generalmente flores rojas ya que se trata de una fiesta relacionada con la Pasión de Cristo) y vegetales y se coloca en el patio de una casa o en la calle. A su alrededor, la gente se reúne para cantar y bailar en un entorno también decorado para la ocasión y, a veces, se celebran procesiones religiosas o paganas.
En cuanto al origen de la celebración popular hay que referirse a una serie de fiestas paganas que se celebraban desde muy antiguo en el mes de mayo. En Europa hay testimonios recurrentes del culto al árbol y la exaltación de la naturaleza, algo común a la mayoría de los pueblos celtas, germanos, griegos, romanos y eslavos.
En el “Arbor Intrat” romano se cortaba un pino, se engalanaba con guirnaldas de violetas, bandas de lana y una imagen de Atis y se llevaba al templo de Cibeles. Durante la Edad Media la costumbre del árbol decorado, también llamado “Mayo”, se daba entre los eslavos a finales de abril; también entre los campesinos franceses, el uno de mayo; en Inglaterra se dejó de hacer en el siglo XVII debido a la Reforma protestante y en Castilla, se celebraba el primer domingo del mes de mayo; de hecho, en uno de los cuadros de Francisco de Goya se recrea una fiesta alrededor de un Mayo colocado en el centro de una plaza. Y aún perduran las fiestas mayales en el sur de Galicia, en Cantabria y en zonas de Castilla-León y algunos pueblos de Castilla-La Mancha que consisten en colocar en la plaza principal del pueblo un gran árbol vestido de flores, cintas, ramas y frutos alrededor del cual se canta y se baila durante todo el día con mucha alegría.
El sentido de todas estas fiestas era y es plenamente naturista de saludo a la primavera, agradecimiento a la naturaleza por sus cosechas y también de la exaltación del amor y los sentimientos humanos.
A medida que el cristianismo se fue haciendo más poderoso y las fiestas paganas fueron prohibidas, ya en tiempos de Justiniano I (año 535 d. C.), la concepción de las fiestas cambió y el mayo-árbol se convirtió en mayo-cruz conservando casi intactas todos los demás elementos de la celebración. Así la Iglesia católica, ante la imposibilidad de poder divinizar a la naturaleza, optó por asimilar las tradiciones paganas de la primavera surgiendo así fiestas como las Cruces de Mayo y otros festejos religiosos como la Pascua Florida. El parecido de la Cruz con el Mayo o árbol florido se encuentra en la Resurrección de Cristo. Así que la celebración del día de la Cruz es el resultado del sincretismo de dos culturas, la prehispánica en la que se le rendía culto al árbol y a la naturaleza y la católica que rinde culto a la Cruz de Cristo.
2. La Fiesta de Mayas. Origen histórico.
Griegos y romanos celebraban fiestas en primavera en honor a la diosa Maya para santificar el principio fecundador de la naturaleza; el mes de mayo se llamó así en honor a esta diosa; en Roma, se le cantaba: “Muéstrate, madre de las flores, a quien es preciso honrar con alegres espectáculos”. El culto a Maya se extendió a los pueblos del Mediterráneo que formaron parte del Imperio Romano. En griego Maya significa parturienta.
El culto a la diosa Maya fue facilmente asimilado por la Iglesia católica ya que representa los mismos ideales de virginidad y castidad que la Virgen María; de ahí precisamente surgió la dedicación del mes de mayo a los cultos a la Virgen que ha pasado a ocupar el papel de Maya en nuestra cultura.
A pesar de todo la fiesta pagana logró sobrevivir. La figura de Maya, representativa de la transición de niña a mujer, permaneció encuadrada en los ritos precristianos de origen romano encaminados a celebrar la llegada de la primavera, la fertilidad y lo femenino. Fue una celebración, generalizada en muchos lugares de España, Francia y Marruecos, que permaneció en culturas posteriores y que ha llegado hasta nuestros días con las variantes propias de cada región. En muchos sitios se ha perdido pero se conserva en Almería, Baza, Carmona donde la Maya se ha sustituido por una estampa de la Virgen, algunos barrios de Madrid como Lavapiés, Colmenar Viejo, El Molar, Olivenza en Badajoz, Orgaz y otros lugares de la comarca de la Sisla en Toledo, el Valle de Baztán en Navarra y algunos lugares de Marruecos.
La Iglesia siempre pretendió acabar con esta fiesta pagana y en el siglo XVIII se le unieron los intelectuales ilustrados como el Conde de Aranda que intentó suprimirlas argumentando que las Mayas molestaban a los transeúntes. Por eso en el reinado de Carlos III estuvieron prohibidas en 1769 “bajo la pena de diez días de cárcel y diez ducados de multa”, lo cual no impidió que se siguieran celebrando en muchos pueblos.
En la literatura española existen numerosas menciones a las Fiestas de Mayas como por ejemplo El libro de Alexandre de Alfonso X el Sabio, en un Cantar juglaresco del siglo XIII y en diversas obras del Siglo de Oro, como el auto sacramental titulado La Maya de Lope de Vega donde está el siguiente poema que hace alusión a la sustitución del culto a Maya por el culto a la Virgen:
«Esta Maya se lleva la flor,
que las otras no.
Esta Maya tan hermosa,tan compuesta y tan graciosa,
viene a ser de Cristo esposa,
y la palabra le dio,
que las otras no».
Los cantos que se entonaban en estas fiestas también existen recogidos en el género lírico de la literatura española como Cantos de Maya.
3.- La Fiesta de las Cruces en la Región de Granada
Vamos a hacer un estudio de cómo se celebra la Fiesta de las Cruces en las distintas provincias de la Región de Granada:
3.1. Provincia de Almería
a.- Las Mayas y las Cruces en Almería capital
En Almería capital la celebración de las Cruces está marcada por el sincretismo entre la fiesta pagana y la religiosa, de manera que la fiesta se organiza en torno a dos elementos la Maya y la Cruz, aunque hasta hace bien poco eran dos fiestas diferentes que compartían el mismo espacio temporal.
El primer día de mayo las esquinas y plazas de la ciudad se convertían en improvisados templos dedicados a Maya. La Maya solía ser la soltera más hermosa del barrio, elegida de común acuerdo entre los mozos y las mozas. La noche antes de la fiesta los muchachos colocaban en la puerta de su casa el altar cubierto de hermosas telas, sobre un fondo de colchas o mantones que se anudan a las rejas de la casa y rodeado de ramas y guirnaldas de flores, mientras las rondas tocaban y bailaban y las muchachas cosían la túnica blanca que la Maya había de lucir. Al día siguiente seguida de un lucido cortejo, la Maya, lujosamente vestida y portando una corona de flores, se dirigía al trono y una vez sentada en él, comenzaba la fiesta y la danza con los populares cantos de Maya, el trasiego de las doncellas con bandejas con pétalos de rosa que abordaban a los transeúntes para pedir dinero con la cantinela: “un chavico (un cuartico, una perrillica) para la Maya que no tiene manto ni saya”. La fiesta se vivía de forma intensa y con la iniciativa entusiasta de la chiquillería, luego con el dinero recaudado se convidaban. Lo más parecido que queda a esta celebración almeriense son las Fiestas de Mayas de Colmenar Viejo en Madrid.
Dos días después el escenario cambiaba y las sacerdotisas de Maya pasaban a ser adoradoras de Jesús, se vestía la Cruz con flores, se engalaba el entorno y las mismas bandejas y parecida demanda sólo que ahora se pedía “un chavico para la Santa Cruz”.
De ser admiradas y piropeadas durante siglos las Mayas entraron en decadencia a finales del siglo XIX en Almería.
En julio de 1883 se publica en la mensual Revista de Almería el articulo “La Maya es todo un culto y lírico alegato por la tradición en lance de desaparecer” de Federico de Castro Fernández, catedrático de Metafísica e Historia de España, rector y decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla y un gran estudioso de la antropología y el folclore español. Fue un intento de revalorizar y proteger este interesante ritual pagano-religioso de la primavera.
A pesar de todo las Mayas fueron fuertemente criticadas tratándolas de pedigüeñas, insolentes y mamarrachos, en este sentido la publicación del bisemanal El Ferrocarril de 1899:
“Han comenzado las mayas y los niños a asaltar sin compasión al transeúnte, a quien gritan con atiplada y penetrante voz el clásico refrán, obligándolos a cambiar de derrotero y salir despavoridos: un chavito para la maya que no tiene mantón ni saya”
En 1928 hubo gacetilleros que, sin tener en cuenta la opinión de los ciudadanos ni la de sus lectores, le pidieron al alcalde Rovira Torres que pusiese en práctica el Bando de Mendicidad dictado por su antecesor donde se estipulaba:
“Queda terminantemente prohibido pedir limosna en la vía pública con ocasión de la Cruz de Mayo…
Las personas que contravinieran la anterior disposición, serán consideradas como mendigas y conducidas por consiguiente al Ayuntamiento (…)
Si los pedigüeños o pedigüeñas fuesen menores de edad, serán responsables los padres o tutores; los que serán también conducidos a las Casas Consistoriales para pagar las multas que se les impongan”
Pero también había quien las valoraba, así en 1929 el poeta almeriense Fermín Estrella visita Almería y escribe:
“En el mes de mayo, inolvidable la imagen primaveral y casi pagana de las Mayas, las niñas vestidas de blanco, sentaditas en las esquinas de las plazas, cubierto el blanco sayal literalmente de flores frescas y olorosas”
Las Fiesta de las Mayas tuvo un gran arraigo en los barrios antiguos de Almería y siempre se celebró de forma independiente a las Cruces de Mayo. En los años 60 las Mayas quedaron casi reducidas a los Barrios de la Chanca y la Almedina, desaparecieron las danzas y los cantos de Maya, el trono se redujo a una simple silla de anea y en lugar de blanco las Mayas aparecieron vestidas con traje de gitana.
En cuanto a la Fiesta de las Cruces cabe destacar que se organiza alrededor de la Cruz que se debe vestir con flores naturales y se coloca en el centro de un patio, en un portal o en una plaza en un entorno totalmente decorado con macetas, colchas, mantones bordados, cobre y cerámica granadina. Junto a la Cruz suele aparecer la Maya.
Actualmente Almería celebra la “Fiesta de las Cruces de Mayo y Mayas”, habiendo quedado la Fiesta de Mayas reducida a un mero complemento de la fiesta de las Cruces. Afortunadamente en los últimos años se ha intentado recuperar esta tradición ancestral de la primavera almeriense con la celebración por parte del Ayuntamiento de dos certámenes distintos: Cruces y Mayas.
En el “Concurso de Mayas”, se valora la belleza de la muchacha, su entorno y ornamentación y el uso de indumentaria tradicional almeriense. Encomiable la labor de los políticos locales por fomentar las tradiciones almerienses.
En los últimos años las Cruces de Almería han decaído en número y realce aunque recientemente parece que hay un resurgimiento debido a la celebración del “Concurso de Cruces”. En las Cruces de Hermandades y Cofradías, se organizan diversas actividades como bailes, sorteos y juegos para los niños.
b.- Los pueblos
La mayoría de los pueblos de la provincia despiden a abril y dan la bienvenida a mayo celebrando la tradicional Fiesta de las Cruces. Podemos destacar las Cruces de Berja, Adra, Tíjola, Huércal-Overa y Huércal de Almería donde las Cofradías juegan un papel fundamental en su organización.
c.- Trajes tradicionales
Los trajes tradicionales más generalizados son la refajona y el zaragüel entre otros como el de mojaquera:
d.- Bailes tradicionales
En la provincia de Almería hay numerosos bailes tradicionales como por ejemplo:
3.2 Provincia de Granada
a.- Granada capital
En la capital es la fiesta más importante y vistosa después del Corpus y atrae a un gran número de turistas todos los años.
En Granada se tiene constancia de la celebración, por todo lo alto, de la Fiesta de las Cruces en 1625 con motivo de la colocación de la Cruz de San Lázaro, en el lugar donde las autoridades habían recibido años atrás el féretro de la emperatriz Isabel de Portugal y se ha mantenido hasta la actualidad con períodos de mayor o menor esplendor.
A finales del siglo XIX la celebración de la fiesta entró en un periodo de decadencia y no comenzó a resurgir hasta 1924 debido a la instauración de un concurso de Cruces por parte del Ayuntamiento. En esos años también se celebraba un concurso de cantes por granaínas y medias granaínas en la Plaza de San Nicolás. Con la llegada de la II República la fiesta vuelve a decaer celebrándose de forma privada entre vecinos, para resurgir de nuevo con la llegada de Antonio Gallego Burín a la alcaldía de la capital. Luego vuelve a decaer de nuevo, durante unos años, para resurgir otra vez en la década de los 70 debido al interés del delegado provincial de Turismo Antonio Gallego Morell. A finales del siglo XX la fiesta sufre una degeneración debido al «fenómeno del botellón», habiendo recuperado actualmente su sabor tradicional.
Son muchas las Cruces que se visten en toda la ciudad pero las más vistosas son las que se levantan en los hermosos patios de los Palacios granadinos y en las plazas repartidas por el casco histórico y los barrios del Albayzín y el Realejo. Cabe destacar la de Plaza Larga en el Albayzín, la de la Corrala de Santiago en el Realejo, la de la Casa de los Pisa en el casco histórico y la de la Casa Ajsaris en el Bajo Albayzín.
La fiesta gira en torno a la Cruz que se adorna con elementos florales y vegetales y se coloca en un patio o en la calle, alrededor se cuelgan macetas, colchas, vistosos pañuelos, mantones bordados, cuadros, faroles granadinos y se colocan objetos de artesanía: cerámica granadina, piezas de cobre y taracea, imágenes religiosas…También se recrean monumentos y paisajes granadinos con obras de arquitectura efímera así como las labores y profesiones tradicionales. Entre las tradiciones está pedir “un chavico para la Santa Cruz” y poner un pero con una tijera clavada y abierta para cortar las críticas o «peros» a la Cruz.
El Ayuntamiento organiza un certamen de Cruces dividido en varias modalidades: calles y plazas, patios, escolares y escaparates.
A su alrededor la gente se reúne para comer y beber pero, sobretodo, para cantar y bailar los bailes tradicionales como la zambra, el baile de la Reja, el fandango de Granada y el robao.
Actualmente, debido a la actitud de los políticos locales que fomentan el folclore sevillano despreciando las tradiciones granadinas, para contentar a sus jefes de Sevilla; se han impuesto las sevillanas suplantando a los bailes tradicionales granadinos, que están casi al borde de la extinción. En este sentido el viñetista Martín Morales fue premonitorio.
b.- Baza, Mayas y Fiesta de Cruces
El primer día de mayo surgían, en las esquinas y plazas de la ciudad, improvisados templos a Maya donde una hermosa niña, vestida de blanco y con una corona de flores, aparecía sentada en un trono sobre un fondo decorado con colchas y mantones y rodeada de guirnaldas, macetas y ramos de flores. A su alrededor, la chiquillería bulliciosa se dedica a abordar a los transeúntes para pedirles dinero para luego convidarse, con la popular frase: “un chavico/una pesetica para la Maya que no tiene mantón ni saya”. Así pasaban las tardes del mes de mayo los chiquillos y sacaban para algún que otro capricho.
En la actualidad la fiesta ha decaído mucho y está al borde de la extinción, nada ha quedado de los adornados tronos ni de la decoración que los rodeaba, ni de la indumentaria de la Maya, pero al menos se conserva. Desgraciadamente tampoco existe voluntad política por preservarla.
Además se celebra la Fiesta de las Cruces de forma independiente y también ligada a las Cofradías.
c.- Los pueblos
También en los pueblos de la provincia la Fiesta de la Cruces goza de un gran arraigo popular. Cabe destacar Almuñecar, Motril, Baza, Guadix, Santa Fe, Pulianas y Loja.
En Loja los niños son los protagonistas de la fiesta, desde primera hora de la mañana recorren las calles procesionando una Cruz vestida y gritando: “a la Vera Cruz de mayo, que no ha salido en todo el año” para lograr unos céntimos o euros para luego convidarse. El Ayuntamiento y la Peña Alcazaba organizan un concurso donde participan decenas de grupos infantiles con el fin de mantener la tradición de la “Vera Cruz de mayo”.
d.- Trajes tradicionales
En la provincia de Granada tenemos una gran variedad de trajes tradicionales como por ejemplo: el traje de lujo de Granada, el traje granadino de Evita, recientemente recuperados; los trajes del Sacromonte, el traje de la Vega, los trajes de la Costa, los de la Alpujarra , los del Altiplano y el recuperado en Montefrío, entre otros.
e.- Bailes tradicionales
En la provincia de Granada hay numerosos bailes tradicionales como por ejemplo:
3.3- Provincia de Jaén
a.- Jaén capital
El primer fin de semana del mes de mayo los rincones de Jaén se llenan de luz, color y sabor con las tradicionales Cruces de Mayo. Aquí son las Cofradías y las Asociaciones de Vecinos quienes sustentan la tradición. Las procesiones infantiles abren oficialmente la celebración de la Fiesta de las Cruces el viernes por la tarde. Están organizadas por Cofradías, parroquias y colegios y recorren la ciudad portando ligeros pasos con Cruces vestidas de flores, mostrando la vitalidad y el entusiasmo de la “cantera cofrade”. También el Ayuntamiento convoca un Concurso de Cruces para fomentar la tradición.
b.- Los pueblos
En numerosos pueblos de esta provincia se celebra el primer fin de semana de mayo la Fiesta de las Cruces, destacan Andújar, Beas de Segura, Martos, Baeza y Villacarrillo donde coinciden con el patrón, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz. En Úbeda, desde hace unos años, también se celebran procesiones infantiles con pasos en miniatura, el sábado por la tarde, organizadas por la Asociación Cultural Cofrade El Sudario, es lo que se conoce como la Semana Santa Chica de Úbeda. En Alcalá la Real durante estos días la calle se llena de puestos donde se pueden degustar las típicas tapas de chorizo, morcilla y lomo, también se organizan bailes tradicionales y juegos para los niños, acabando por las noches con grandes verbenas donde los mayores y jóvenes bailan al son de la música.
c.- Trajes tradicionales
Los trajes tradicionales más generalizados son el de pastira y chirri, entre otros como el traje serrano y el traje serrano segureño:
d.- Bailes tradicionales
En la provincia de Jaén hay numerosos bailes tradicionales como por ejemplo:
3.4.- Provincia de Málaga
a.- Málaga capital
El primer fin de semana del mes de mayo las Cruces de Mayo engalanan y alegran las calles y barrios de Málaga capital.
En este caso son las Cofradías, las Peñas y las Asociaciones de Vecinos quienes las organizan. Para dar la bienvenida al mes de las flores, dedicado a honrar a la Virgen María, las Cofradías se revisten de sus más alegres galas para dar inicio a los anuales cultos a la Virgen con procesiones de alabanza y las tradicionales Cruces de Mayo. Destacan las Cruces del Perchel y las del Palo con marcado sabor marinero y la Procesión de la Cruz de Mayo de la Hermandad de la Zamarrilla.
Desde hace unos años y para fomentar esta tradición, la Federación Malagueña de Peñas, Centros Culturales y Casas Regionales la Alcazaba, convoca un certamen de Cruces en el que sólo por participar cada entidad recibe 200 € para sufragar gastos de montaje.
b.- Los pueblos
En numerosos pueblos de la provincia se celebra el primer fin de semana de mayo la Fiesta de las Cruces completada muchas veces con procesiones.
En el Valle del Guadalhorce destaca Alhaurín el Grande donde se celebra también la Festividad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz que se saca en procesión por las calles cubiertas con romero y plantes aromáticas y, en la vecina Coín, se procesiona el Cristo del Perdón por las calles ornadas con Cruces.
En la Axarquía destaca Frigiliana donde calles y adarves cuajados de flores se llenan de elaboradas Cruces, donde se ofrecen degustaciones de chacinas y vinos del terreno y dulces típicos a base de miel de caña como las arropías y las marcochas. Además se organizan bailes y cantes.
En Nerja las calles se llenan de mantones y de flores para albergar a las Cruces, no faltan la música y los bailes.
En la Sierra de las Nieves destaca Casarabonela que está llena de hornacinas junto a las cuales los vecinos montan vistosas Cruces y se organizan juegos para los niños.
En la Serranía de Ronda destaca Parauta, donde se organizan procesiones infantiles que recorren el pueblo con la Cruz vestida de flores.
En Marbella se celebra cada tres de mayo la Romería a la Cruz de Juanar.
En Antequera el mes de mayo es muy importante, la celebración de la Fiesta de Cruces se centra en el adorno floral de una Cruz en ciertos rincones de los distintos barrios, además se le rinde culto al Señor de la Salud y de las Aguas, que es el patrón y recibe novenas de los gremios antes de su procesión. El Ayuntamiento promueve un Concurso de Cruces para fomentar esta tradición.
El primer domingo de mayo se celebra el Festival de la Ermita de las Tres Cruces, un festival de verdiales que es el más antiguo de la provincia de Málaga y está relacionado con antiguos ritos paganos de adoración al Sol y exaltación de la primavera.
c. Trajes tradicionales
En la provincia de Málaga hay una gran variedad de trajes tradicionales como por ejemplo los siguientes: el de verdiales, el de marenga, los de lujo de la capital, el de Antequera, el de Archidona, el de Campillos y los de Ronda, entre otros.
Traje de lujo de Málaga capital
d. Bailes tradicionales
En la provincia de Málaga hay numerosos bailes tradicionales como por ejemplo:
4.- ¿Cómo queremos que sea en el futuro el día de la Cruz en la Región de Granada?
Hemos intentado exponer las diferentes formas de celebrar el Día de la Cruz en las diferentes provincias de la Región de Granada, sus bailes y trajes tradicionales que forman parte de nuestra cultura y Señas de Identidad como Región.
Creemos necesario difundir y poner en valor nuestro folclore y nuestras tradiciones para concienciar a la ciudadanía y para que las valoren y preserven.
Por todo ello, acabamos destacando que uno de nuestros objetivos desde la Asociación por la Región de Granada, es seguir trabajando para proteger, restaurar y difundir nuestra historia, cultura y tradiciones.
¿Y a partir de ahora qué?
¿Cómo queremos que sea en el futuro el día de la Cruz en nuestra Región?
De nosotros depende…
Asociación por la Región de Granada
Mayo de 2020