Inteligencia Artificial, o la enésima constatación de la irrelevancia y el agravio continuo.
Granada ha vuelto a recibir un terrible varapalo que ha generado una enorme y profunda conmoción en la sociedad granadina.
La decisión del Gobierno de España suscita enormes sospechas que ponen en entredicho la limpieza de un proceso que otorga la sede, a la que aspirábamos, a Galicia cuando la candidatura de Granada era, y es, de una solidez pétrea.
La discrecionalidad en la toma de decisiones políticas hace difícil una impugnación, cuando no imposible. Y es precisamente desde la óptica política como se debe interpretar que la sede haya acabado en La Coruña:
¿Alguien en su sano juicio pensaba que iban a otorgarse dos agencias a la misma Comunidad Autónoma (CA) concurrían candidaturas por toda España?
¿Alguien con un mínimo de perspectiva confía en la capacidad de influencia de los diputados por la provincia para ejercer una mínima presión?
¿Alguien cree que Granada tiene alguna capacidad de persuasión o es capaz de condicionar algo en lo político, por ejemplo, bloqueando votaciones en el Congreso?
Pertenecer a una Comunidad con una capital sumidero de recursos nos alejará, como ha quedado demostrado hasta la saciedad, de la consecución de financiación y proyectos por cuanto Sevilla siempre pondrá por encima sus propios intereses.
Cuando el dinero llega a Sevilla para Madrid se liquidan los compromisos con esta malparida CA.
Hace escasas dos semanas el Consejo de Ministros aprobaba una partida de más de 600 millones de euros para la ampliación de la Línea 3 del metro sevillano.
La presentación de la candidatura por la Agencia Espacial condicionaba desde el primer momento el futuro de la candidatura granadina. Eso era evidente y mientras desde la Junta de Andalucía se apoyaba la candidatura de Sevilla, continuadamente en el tiempo; el apoyo a la granadina fue testimonial y de un bajísimo perfil dejando claras las preferencias.
Sin embargo, el andalucismo sobrevenido del PP quiere aprovechar la pérdida de la opción granadina como otro elemento de agravio hacia Andalucía que desde aquí no nos queda otra que rechazar.
Desde la ARG (Asociación por la Región de Granada) debemos promover la consecución de un cambio en el marco territorial que nos garantice la equidad e igualdad que se nos niegan de manera reiterada y agravante.
Por lo que se refiere al ámbito nacional el duro revés recibido demuestra la completa falta de peso político de nuestra tierra consecuencia de la falta de compromiso de los representantes en Congreso y Senado. La sumisión a las direcciones regionales les hacen plegarse a los intereses que marcan los partidos que establecen cuales son las prioridades, y Granada no lo es. A la vista está.
Nos sumamos a cuantas iniciativas se desarrollen con objeto de alzar la voz contra la sempiterna justificación del maltrato.